Durante mi carrera como coach, tuve la posibilidad de trabajar en dos países que han sido potencias a nivel Latinoamericano y mundial, como Chile y Argentina.
En Argentina trabajé en varias academias con bastantes jugadores, entre ellos Catalina Pella, Federico Coria, Sebastián Pini, Matías Zukas, entre otros. También tuve la suerte de compartir con Jorge “chino” Gerosi, al cual le estoy muy agradecido y por mucho tiempo con Guillermo Coria, con quien aprendí mucho durante mi estadía en su academia.
En Chile también aprendí de importantes entrenadores, de trayectoria irreprochable, como Martín Rodríguez y a su vez intercambiar experiencias inolvidables con Hans Podlipnik, Andrea Koch y Fernanda Brito, con quien estuve mucho tiempo y actualmente la sigo ayudando en la medida que puedo.
En este hermoso país tuve la suerte de desempeñar labores como Director en la academia de Robinson Gamonal (GT) de donde guardo lindos recuerdos y actualmente inicio una nueva experiencia con Francisca Vergara como coach personal en su emergente carrera.
A raíz de mi experiencia trabajando en ambos países, puedo señalar que la diferencia que existe entre Chile y Argentina, es más bien de cultura deportiva, la que en el país vecino se vive de forma distinta, más intensa, con más fervor y pasión.
Tenísticamente hablando, no aprecio grandes diferencias, incluso puedo señalar que el chileno es más talentoso. Sin embargo, el argentino invierte y otorga mucho más tiempo a la práctica del deporte, incluso después de que termina su jornada escolar y eso provoca que tenga mayores posibilidades de llegar más arriba. Además, hay un tema de constancia, en el sentido de que el chileno intenta uno o dos años y si no le resulta, inmediatamente toma otro camino.
En Chile se está utilizando mucho la modalidad de irse a estudiar a una universidad de la amplia gama que ofrece la oferta de educación superior, o simplemente buscar beca deportiva en el extranjero, especialmente a Estados Unidos, que es una muy buena opción después del colegio.
Chile cuenta con muy buenos jugadores y jugadoras, creo que a veces hay que saber esperarlos y tener pacienci, sin juzgarlos tan pronto, ya que el promedio de edad para meterse de los sudamericanos es más alto que los europeos. Tenemos el caso de Garín y Jarry que según mi visión, son jugadores muy buenos, siento que a veces los critican mucho y tienen recién 21 años. Tengo la certeza que llegarán muy alto.
Ahora bien, debo señalar que el trabajo que se realiza en ambos países es similar, ya que en Chile hay muy buenos entrenadores y academias, pero insisto: el argentino es más intenso y perseverante y como contraparte el chileno más talentoso y la idea es que ambos perfiles se complementen y combinen y es por eso que se da mucho que trabajen jugadores y entrenadores de los dos países en conjunto.
A modo de mensaje para los jóvenes que recién se están dedicando al tenis profesional (hombres o mujeres), les digo que sigan insistiendo, siempre se puede y a aquellos que tomaron el camino de los estudios a través del tenis, ya sea en Chile o Estados Unidos, también sigan con todo y lo más importante es que se preocupen de dar el máximo en su día a día.
Para el cierre una frase que alguna vez vi en un club: “Los trofeos se ganan en el entrenamiento diario, en los torneos sólo se reciben”.
Por: Santiago Núñez (Coach Francisca Vergara, entre otras destacadas jugadoras).