Para Nicolás Jarry el 2017 será sin duda un año a recordar. Más que el año del despegue –porque aún tiene mucho por explotar-, fue el de la confianza, en el que los resultados llegaron. Nico demostró que bien enfocado puede ganar partidazos y que cuando anda en un mal día también gana. Esto último probablemente es lo más destacable de Jarry. Y es que cuando estaba complicado, tiró la jineta y esos 1,98 metros al rival. A lo top 100 y con 22 años.
En mayo de 2015, Nicolás Jarry con 19 años logró lo que entonces era su ranking más alto, el 172°. Su corta edad y los buenos resultados ilusionaban a muchos, pero en septiembre de ese año se lesionó la muñeca derecha mientras esquiaba. Fue el fin de la temporada. Al siguiente año (2016), Nico alternó entre torneos Futuros, Challengers y algunas invitaciones a torneos grandes. Mostró destellos, no andaba tan perdido.
El 2017, Jarry y su equipo de trabajo compuesto por el entrenador Martín Rodríguez y el preparador físico Mario Soto apuntaron a jugar Challenger y los Grand Slam –excepto el Abierto de Australia. El comienzo de año fue en Copa Davis contra República Dominicana, ganando sus dos singles –jugaría también contra Colombia, perdiendo contra Giraldo. Además llegó a la final del Challenger de Morelos (cemento), torneo en el que consiguió su mejor victoria al derrotar en primera ronda a Jordan Thompson (67° en ese entonces). Además, llegó a la final del Challenger de Santiago (cayendo ante Dutra Silva).
El nuevo “Nico” del tenis obtuvo tres títulos Challenger este año: Medellín, Quito y Santiago 2. Fue el tercero que más ganó, detrás de los serbios FilipKrajinovic (5) y JankoTipsarevic (4), además de ser uno de los 6 jugadores de 21 años que ganó uno de estos certámenes.
Como datos, Jarry alcanzó dos semifinales (León y Santo Domingo), cinco octavos de final y seis primeras rondas (una del ATP 250 de Estoril). Intentó también desde abajo, jugando 9 qualys entre torneos Challenger, 250 (Shenzhen), 500 (Tokio), M1000 (Shanghai) y Grand Slams (Roland Garros, Wimbledon y US Open). Quizás uno de sus más grandes logros fue haber superado la qualy de RG y de Wimbledon, donde cayó ante Karen Khachanov (53° entonces) y Gilles Simon (36° entonces), respectivamente.
Jarry terminó el 2016 como 400°, ahora está 104° pero estuvo tres semanas dentro del top 100. Según información de la ATP, fue el tercer mayor salto al top 100 del circuito, así como uno de los 14 jugadores que ingresó por primera vez en este selecto grupo. Al Nico le queda mucho por dar, sobre todo en cemento, donde puede sacarle más provecho a su físico. Lo repito, Jarry jugó el 2017 a lo top 100, y con 22 años.
Por: Ivan Sandoval