El joven deportista, que terminó la temporada como uno de los mejores de Chile en la categoría Sub 18, se refirió a sus objetivos en este decisivo año y a los frutos logrados bajo el mando de su nuevo equipo de trabajo. El tenista mira alto.
De bajo perfil han sido los últimos meses de Felipe Escalona, uno de los mayores proyectos que ha sacado el tenis de la Región en el último tiempo.
El deportista nacido en Tomé, que ostenta en su currículo logros como el título Sudamericano de la categoría Sub 12 (2011), el campeonato de Chile Sub 14 (2013) y ser el único representante chileno en el Master Nike de Estados Unidos, tuvo un 2014 dedicado casi exclusivamente al entrenamiento. De la Academia de Robinson Gamonal, en Santiago, pasó a colocarse en las manos de un equipo netamente penquista, que lo puso a punto de cara a su transición a la máxima categoría junior.
Prueba de ello fue que el tenista de 16 años arrasó en su retorno a las canchas en agosto pasado, colocándose rápidamente como N° 2 de Chile en la serie Sub 18, finalizando el año entre los cuatro mejores.
Escalona 2.0
Encabezado en el aspecto técnico por Eugenio Wernekinck, único entrenador que ha sacado a un top 100 en la Región (Adrián García) y por Felipe Alonso como PF, el staff es dirigido por el ingeniero Miguel Ángel Aguilera, actual representante y quien tiene como misión gestionar el financiamiento de la carrera del jugador.
Una apuesta que según Aguilera, ha tenido sólidos resultados. “Felipe está realizando un trabajo muy serio técnica y físicamente desde hace ya un año y medio. Él ha invertido un tiempo importante en preparación y los resultados los cosechó en el segundo semestre de 2015, donde adelantó su ingreso a la categoría Sub 18 haciendo finales en singles y dobles. Tuvo además grandes presentaciones internacionales: en Colombia se adjudicó dos torneos. Es decir, que a nivel de ránking y resultados, mostró una evolución notable”, destaca Aguilera.
Consciente de sus avances se muestra el deportista, quien reconoce lo difícil que fue apartarse de las canchas para trabajar en su juego. “Cuando uno es joven siempre quiere jugar. Pero sabía que era necesario parar, más todavía si comenzaría a trabajar con un nuevo equipo. Estar bajo la tutela de Eugenio es tremendo, debe ser quien más sabe de tenis en esta zona y tuve que adaptarme a los cambios, pues él vio debilidades en mi juego”, sostiene Escalona.
Así las cosas, el jugador debió cambiar su saque y perfeccionar su derecho, lo que a la postre lo ha hecho crecer como tenista, asegura Escalona. “Fueron muchos meses de esfuerzo, pero siempre supe que era por mi bien. Sabía que cada hora, cada minuto de sudor me llevarían a un nivel más alto. Y eso es lo que ahora estoy viviendo. Mi físico, que siempre fue una de mis deudas, cambio totalmente, estoy más ágil, más fuerte. Y mi juego es distinto, hago más daño”, resume.
El empujón que falta
“A lo largo de toda su carrera Felipe ha tenido tremendos resultados, pero que lamentablemente no han podido ser sostenidos por el tema económico”. Así resume Miguel Ángel Aguilera el gran problema del jugador. “Él se las ha arreglado para estar siempre entre los mejores de Chile, pese a que juega menos de la mitad de los torneos que sus rivales, porque no tiene plata”, dice.
Por lo pronto, el jugador se postulará a un proyecto del 2% del Gobierno Regional para Deportistas Destacados. Pese a que la Asociación Regional de Tenis prefirió jugársela por exponentes de la rama femenina, fue el Club de Tenis de Tomé -su alma máter- quien salió en su ayuda para apadrinarlo en la solicitud de los recursos.
“Felipe perteneció muchos años a nuestro club, todo su inicio lo hizo acá. Por eso hay cariño con él. Hemos dispuesto nuestras instalaciones para que pueda entrenar cuando quiera, y ahora quisimos apoyar con este importante tema. Además que tenemos la expertiz para hacerlo, hemos participado de otros procesos con experiencias positivas. Ojalá le vaya bien, porque el tenis local está muy de capa caída, no hay referentes y deportistas como Felipe le hacen muy bien a toda la actividad”, expresa Fabián Garrido, secretario del club tomecino.
Según Aguilera, es clave poder ganar este proyecto, pero aún así, se necesita otro empujón. “Tenemos un trato de palabra con el presidente del Club de Tenis de Tomé, Osmán Mora. Estamos muy agradecidos de la institución, tuvieron un gesto muy grande con Felipe. Nuestro proyecto es de poco más de $9 millones para compra de insumos deportivos, cuerdas, pelotas. El inconveniente es que de ganar el proyecto, los recursos se liberan en abril y Felipe tiene que partir este lunes con su calendario. Tenemos programado desde enero a marzo y necesitamos el dinero para que él se preocupe sólo de jugar”, añade.
Para el representante, hay falta visión de la empresa privada. “He recorrido varias empresas y aún no tengo nada seguro. No se dan cuenta del beneficio que tendrían con un jugador que se está paseando por todo Chile y Sudamérica. Esperemos que abran los ojos”, concluye.