Marcelo Ríos explicó las razones de su renuncia como asesor técnico del equipo de Copa Davis:
El ex número uno del tenis mundial explica las razones que lo llevaron a dejar su cargo, acusa manejos poco claros de los directivos José Hinzpeter y Ulises Cerda, y revela que le adeudan dineros al capitán Nicolás Massú . También hace una autocrítica y reconoce que en su época de jugador “me daba lo mismo lo que ocurriera con el futuro del tenis chileno”.
Marcelo Ríos se sienta a la cabecera de su mesa de reuniones para ocho personas y trae consigo dos papeles. Uno, apuntes escritos a mano que contienen las ideas-fuerza que quiere transmitir. En el otro, un reportaje de Ciper publicado la semana pasada, en el que se detallan nuevas irregularidades en la Federación de Tenis. El “Chino” ya no es el asesor técnico del equipo chileno de Copa Davis y esos papeles ayudan a entender por qué.
“Si me quedara sería como estar apoyando lo que está pasando. Mientras la federación actual no arregle los problemas que hay, prefiero estar al margen. Voy a esperar hasta que sienta que las cosas se están haciendo bien. Ojalá esta federación lo logre y así seguir adelante”, comienza diciendo.
El quiebre definitivo de su relación con la directiva de la Federación de Tenis de Chile (FTCh) se produjo en Iquique. “Se le hizo mucho daño al tenis y a los jugadores. Contratar a un familiar para hacer la cancha es algo que va contra toda ética y no puedo avalar eso (N. de la R.: la cancha la construyó una empresa del padre de Esteban Elías, vicepresidente de la Fetech). Lamentablemente, acá hay jugadores que no pueden renunciar, que necesitan la plata. Yo, por suerte, no la necesito. No cobro un peso, estoy porque me gusta. Soy libre de hacer lo que quiera y por eso tomo esta decisión. Con los años he aprendido que no hay sensación más rica que dormirse sabiendo en tu interior que estás haciendo las cosas de buena fe y no por lo que diga la gente”, explica.
-¿Se va peleado con la federación actual? ¿O piensa en que puede volver?
“Esta es una federación que José Hinzpeter arruinó. Aquí va a quedar un día una cagada fuerte y no quiero estar involucrado. Voy a volver cuando me sienta cómodo. Sé que hay deudas del tiempo de Hinzpeter, pero hay cosas que han pasado con esta administración que tampoco están bien. Han pasado nueve meses y no se ha hecho nada, Hinzpeter sigue dando vueltas, no se sabe qué pasó con las platas… Hay cosas que no me calzan de la dirigencia actual”.
-Critica a Hinzpeter, pero usted fue cercano a él. De hecho, él lo nombró asesor del equipo de Copa Davis en 2013.
“A ver. No tengo antecedentes de si robó o no, más allá de los comentarios que se hacen. No estoy metido en los números de la federación. Pero Hinzpeter estuvo tres años mintiéndome en la cara y eso me duele. No solo me engañó a mí, sino que a mucha gente. Sé que hay gente del equipo que no está contenta, porque hablo con ellos, gente que le encantaría irse, pero que no puede porque vive de esto. Yo entré en este puesto por él. Con Nicolás Massú lo hicimos por salvar la federación y sacar el equipo adelante. Y cuando vamos en ruta a hacerlo, se va sin dar explicaciones, lo que me pareció raro, como que estaba escapando de algo. A Hinzpeter, en una reunión, se lo dije en la cara, que perdí la confianza en él, que me estaba cagando. Me siento utilizado y engañado. Se le hizo mucho daño al tenis chileno y será difícil salir adelante. El tenis hoy tiene cero credibilidad”.
-¿Ha cambiado algo la FTCh con Ulises Cerda, su nuevo presidente?
“Hay malos manejos de la federación anterior y de la de ahora. No hay gente capacitada para sacar esto adelante. Lo que está pasando es una vergüenza. Esta federación no va a ningún lado, estamos chantados, sin salida. A Ulises lo conozco desde chico, a Javier Jadue y al “Mono” Rebolledo también, pero no veo avances. No se ha hecho nada. Lo único que ha pasado es que el equipo ha ganado. Imagina este desorden estando en tercera división, estaríamos hasta las pelotas… A mí me sorprendió que Cerda fuera presidente. No me calzaba, y no veo que haya hecho mucho. No veo cambios, no veo un presidente que se mueva para pedir auspicios, ir a hablar con la ministra del Deporte, con la Presidenta. El tenis se está dejando estar. Eso me molesta”.
-¿Qué habló con Massú?
“El ‘Nico’ es más callado y reservado. Me dijo que lo pensara bien, que iba a ser difícil quedarse solo. Y sí, en parte siento que lo estoy dejando botado. Pero esto no es una decisión de caliente, sino algo pensado. Yo iba a renunciar en Iquique después del primer día de la serie contra Colombia, pero el equipo me pidió que me quedara”.
-¿Cree que Massú también podría renunciar?
“No sé. A él se le debe mucha plata. Si renuncia, tiene todo el derecho a hacerlo y tendrá mi apoyo. Es el capitán y lo han pasado a llevar mucho en la parte económica, mientras él se saca la cresta, analiza partidos, viaja, ve videos, trabaja para la federación. No le pagan, lo ‘bicicletean’ y él tiene otra personalidad”.
-¿Y los jugadores?
“Los jugadores son un siete, aperrados, se la juegan por dos pesos, se sacan la cresta por el equipo. Para mí han sido como hijos. Me costó un mundo hablar con ellos y explicarles que me iba. Pero me entienden. Quizás dos días antes de jugar con Canadá se me ocurra comprar un pasaje e ir a alentarlos desde la ‘galucha’, porque se merecen todo el apoyo. No estoy cansado ni aburrido, pero no puedo seguir siendo parte del desorden y el caos de la federación”.
-Después de la serie ante Colombia usted dijo que los responsables tenían que dar la cara. ¿Siente que ocurrió eso?
“Acá se fue Elías, que no es que diera la cara, sino que ‘lo renunciaron’. Él se fue porque metió a un familiar y por ética no se puede hacer. No sé si dimensionan lo que pudo haber pasado. Colombia debió haber tomado sus cosas e irse antes de jugar la serie, y perdíamos. Se quedaron por buena onda, por huevones o porque no ‘cachaban’, no sé. Por suerte pudimos sacar la serie adelante, pero quedé con angustia y amargura, porque después de tanto esfuerzo casi todo se va al carajo por no tener cancha”.
-Esa es una carencia histórica del tenis, la falta de estadio propio o un court central decente. ¿Por qué cree que no se hizo antes, por ejemplo en sus años de boom con Massú y González?
“Aquí hubo un gran error, de no aprovechar cuando yo fui número uno o cuando Massú y González destacaban, debió haberse hecho uno o dos estadios que fueran del tenis, en Santiago y a nivel del mar. Pero las federaciones fueron mal manejadas”.
-Pero cuando usted jugaba también había peleas por platas, y los dirigentes decían que la Copa Davis no dejaba ganancias, porque los jugadores se llevaban todo el dinero. ¿No hace una autocrítica?
“Claro, es cierto que cuando yo era uno o dos, y Nicolás y Fernando eran “top ten” los precios eran otros, incomparables a los de ahora. No sé, nosotros jugábamos, viajábamos y no teníamos nada que ver. Eso era responsabilidad de los dirigentes. Es fácil criticar ahora, decir cómo no se hizo algo cuando teníamos tres jugadores como los que tuvimos. ¿Autocrítica? Como jugador, uno está metido en sus cosas. Hay que ser realista: en ese minuto no pensaba qué iba a ser del futuro del tenis chileno o a qué dedicarme cuando me retirara. Uno piensa en el momento y en ser el mejor. Te da lo mismo lo que pase en el futuro”.
POR: Alejandro Cisternas
FUENTE: El Mercurio