Hace siete años, cuando decidí dejar mi natal Temuco para venirme a Santiago, tenía la convicción de que podía seguir mi vocación de poder desarrollarme profesionalmente en el deporte de alto rendimiento, específicamente en el tenis. Y qué mejor que hacerlo en la capital, en el punto neurálgico de esta especialidad.
Para lograr este objetivo, opte por capacitarme en el extranjero en países que son potencias del tenis, como Estados Unidos y Argentina. Además, me retroalimenté de referentes, de la categoría de Guillermo Pérez Roldán y Martín Rodríguez, con quienes tuve la oportunidad de trabajar. La experiencia de ellos en el circuito como jugadores y entrenadores, es fundamental, dado que te actualizan y entregan excelentes herramientas desde el punto de vista técnico. Es el complemento perfecto a la hora de planificar.
Por otro lado, el simple hecho de viajar, te va aportando la gestión del conocimiento y vas empapándote de lo que realizan los jugadores de elite. En ese contexto, lo que pude apreciar en los entrenamientos de Coric, Kokkinakis y Kyrgios, es muy valioso. También es importante lo que rescato en mis conversaciones con los preparadores físicos de Mónaco y Del Potro.
Ahora bien, lo que ocurre en esta materia en Chile no debe preocuparnos, tenemos un excelente nivel de profesionales e interesantes instancias educativas por parte de Anetech, la Federación de Tenis y el Comité Olímpico. Desgraciadamente lo que falta para que lleguemos a estar a la altura de los países – referente, es dinero para que el jugador se desarrolle. Somos un país que ha producido grandes tenistas, la historia respalda lo que señalo.
En lo que respecta al biotipo de nuestros jugadores, siempre se ha dicho que el jugador chileno es “bajo”. Sin embargo, permítanme dejar un margen de duda:Nico Jarry es excepción a la regla, Christian Garín es muy dotado físicamente y afortunadamente han salido jugadores altos en nuestro país en el último tiempo como Tomás Barrios, lo que resulta una buena señal y un factor relevante. Lo que también me alegra, es apreciar que las academias están poniendo énfasis en materia física. Vienen grandes cambios en los juniors y eso resulta alentador.
Como contraparte, me preocupa que para el jugador chileno es muy difícil competir, porque los torneos están muy lejos geográficamente hablando, hoy podemos apreciar que la cantidad de torneos futuros en Sudamérica han disminuido sustancialmente. Aquí volvemos al tema económico.
Aterrizando el discurso, y enfocándome en la temática de esta columna, es realmente importante la labor del preparador físico en Chile, para el jugador de tenis es fundamental, pero hay un tema de costos: implica pagar semanas de trabajo, viajes y viáticos. Uno está siempre llano a ayudar, pero hasta cierto punto, considerando lo que debemos sacrificar, como por ejemplo la familia.
No obstante, el preparador físico puede lograr una buena planificación con el jugador, pese a la distancia. Existen instancias como la pretemporada y los escasos viajes que el tenista realiza a su país. En mi caso, tengo una comunicación constante con Nico Jarry, con quien empecé a trabajar en enero. En principio y tras una evaluación con Martín Rodríguez, me guie de las necesidades prioritarias, como son su centro de gravedad, por la altura que él tiene, trabajar fuerza del tren inferior, mantenerlo estable, sano, libre de lesiones y con buena capacidad aeróbica.
Pese a la escasez de tiempo, debí ser muy perceptivo en lo que se puede observar y detectar las cosas que pueden ayudar y se van agregando al rendimiento del jugador. Creo que mi visión es trabajar y aplicar la fuerza en los movimientos en cancha: Movimientos de fondo, salir explosivamente, buscar la red, retroceder, saltar y tratar de sostenerlo eficazmente en el transcurso de un partido.
Otro aspecto que se desarrolló en esta primera etapa, fue el trabajo de gimnasio, siempre en virtud de lo que podríamos hacer en cancha. La mecánica era para potenciar precisamente esos movimientos. La pretemporada duró casi dos semanas, antes del viaje de Nicolás a Copa Davis ante Republica Dominicana. La planificación correspondió a dos jornadas de tenis y dos de físico fraccionadas día a día, donde él pudiera tener ciertos descansos, comer y contar con sus evaluaciones médicas.
Todo esto no hubiera sido posible sin la enorme voluntad de Nico: es bastante profesional, lo veo un tipo muy maduro, averigua bastante en lo que respecta a su carrera, pregunta bastante y trata de retroalimentarse demasiado con su cuerpo técnico, no se queda con dudas en el aire. Confieso que ha sido muy fácil trabajar con él. A eso se suma que tiene gran disponibilidad para ejecutar el entrenamiento, siempre llega temprano a los entrenamientos y es muy humilde y abierto a escuchar.
A nivel de proyecciones, el siguiente paso a mejorar es consolidarlo físicamente, regularlo en cuanto a movilidad, evitar que se lesione. Nico hoy está en desarrollo y tiene mucho que dar. Tiene un gran potencial, puede mucho más. Su experiencia en los torneos lo ayudara y su nivel le permitirá manejar mejor los tiempos y tener mayor conducción.
A nivel recomendaciones, lo que conversé con él es netamente evaluativo: Saber si está bien, con dolor, molestias o algo que sienta. También me interesa ver si está débil, principalmente mantenerse estable.Ha tenido una enorme sobrecarga de partidos y una vez que venga a Chile buscaremos potenciar sus cualidades.
Me siento orgulloso como preparador físico de que mi trabajo sea reconocido. He tenido altos y bajos como en toda profesión,es la primera vez que puedo dar un testimonio al respecto, debido a que estoy un poco alejado de los medios por decisión personal. Debo señalar que estoy orgulloso de aportar a los jugadores de nuestro país y trataré de seguir por el mismo camino. Nuestro tenis merece volver al sitio del cual nunca debió salir. Hoy sigo aportando en la Academia de Martín Rodríguez y me siento muy satisfecho de haber colaborado por seis años con Christian Garín, durante otro importante periodo con Juan Carlos Sáez y actualmente Jarry y Bárbara Gatica.
Finalmente, una recomendación para los chicos que recién comienzan: Hoy al jugador de tenis no le basta el talento. Ese factor es sólo un porcentaje, debido a que se actualmente es imprescindible trabajar muy duro la parte física. No existe ese mito de que el talentoso tiene margen para entrenar menos. Descártenlo.
Por: Mario Soto Bocaz – Preparador Físico de Nicolás Jarry, entre otros jugadores nacionales.