Como muchos sabrán, el año 2016 gracias a un amigo Boliviano (Heriberto Morales), árbitro de tenis, quien me llamó y me dio el dato para postular a los Juegos Olímpicos de Río 2016, donde viví una experiencia única, eso me incentivó, con una hoja de vida internacional y muchos contactos a viajar y sacrificarme(económicamente) para llegar algúndía a mis segundos JJOO en Tokio 2020. Agradezco a Dios que me ha iluminado por este camino que me estoy haciendo en el mundo del arbitraje como juez de línea (siendo árbitro nacional).
Junto con mi mama, ayudamos a unas monjitas, quienes tienen casa en Italia. Lainvitación para viajar a conocerlas estaba, dado que ya tenía donde llegar, ocupé los contactos de mi visita a Rio el año pasado y precisamente la propuesta de ir a Italia. Ante ese escenario nunca lo pensé y me dedique a juntar dinero (pasajes y un poco para visitar) que dicho sea de paso era un esfuerzo mío y de mi madre, MyrnaCartagena.
Lo másanecdótico fue la compra del pasaje, considerando que si lo sacaba proyectándome con un mes de regreso,subía mucho el valor del mismo,así que comencé a jugar con fechas hasta llegar a un precio cómodo, pero regresando en 2 meses. Bueno, me tiré a la piscina y lo compre.
Mi bendecido viaje comenzó con la ayuda de Tecnifribre, quien me regaló una mochila, golpeé varias puertas y Jaime Arturo Carrasco a la primera me dio una manito;estando en el aeropuerto en el trayecto Santiago, New York, Roma, me dirigí a la puerta y veo un bolso raquetero, me acerqué y ahí estaba Javier Araya Vargas, que lo dejé de ver cuando tenía 12 o 14 años en los torneos… ¿qué creen? viajamos juntos, en el mismo avión hasta New York, hicimos escala de 5 o 6 horas, salimos a conocer la cuidad jajaja. Yo en el corazón de esta ciudad, sola. No lo hubiese hecho, pero Javier sabe inglés y nos tiramos a la aventura.
Llegué un díamiércoles a Roma, al día siguiente conocí el Vaticano y el viernes 16 juniosalí a tomar el tren; sabía a la perfección dónde hacer combinación (Terni). Fue lo más pintoresco: un tren con 2 vagones y pintado por todos lados, el conductor hacía de todo, cortaba el boleto, abría las puertas, etc. Me encomendé a mi amado Jesús y salí.
Mi primer destino tenístico fue el Challenger de Todi. Llegué a las 14:oo, no había ni un alma. Yo, llevaba solo el nombre del club y el contacto de la coordinadora, pero sin internet poco me servía sólo esa información, agarré mi maletita y me puse a caminar. Después de varios minutos, se detiene un auto y le pregunto(entre español e italiano jajaja), cualquier información era valiosa para llegar a mi destino. Precisamente desde el vehículo me señalan un cartelchico y escondido, donde paraba un bus. Casualmente cuando subo, un joven entendía español y me ayudó…era un juez de línea (Iuseppe Iacobucci), que iba al torneo, así que ya tenía un “angelito” que me estaba ayudando.
Para mí, que soy muy católica, llegar al hotel, quefue en su tiempo un convento, específicamente a la recepción y que Jesús esté en ese lugar…¡guau! Era una atmosfera única en su interior, lugar en que vivieron las monjitas de claustro.
Por otro lado,la cuidad era muy bella, llena de calles estrechas y rodeada de murallones, se convertía en un nuevo desafío el probar la distancia hasta el club y me fui caminando con mi mochila al hombro, sacando muchas fotos y tomando mucha agua, ya que la calor era enorme.
Ya en el club, habían 3 jueces que hablaban español. Le di con todo a mi trabajo, salí muy bien evaluada y considerada por los jueces de silla, que dicho sea de paso es muy bueno para nosotros (líneas). Acá lo más lindo fue ver a Christian Garín, a quien solo saludé, ya que nosotros no podemos tener contacto con los jugadores. Ese día, llega el árbitro general (Jorge Mandel); cuando me ve,estaba feliz y me decía“¡grande Mabel, que grande vosacá!” y me felicitó delante de mis compañeros y jefe. Este reconocimiento me lo he ganado con mucho trabajo y disciplina.
Ya en el segundo Challenger (Perugia), ya con más experiencia en viajar en tren, se mi hizo más fácil todo,igual son experiencias muy similares, me imagino a los jugadores,hay mucho sacrificio y un tratar de economizar mucho. A su vez, el nivel de trabajo de mis compañeros es muy bueno y muy organizado, en los hoteles donde estábamos, alojaban todos los jueces de primer nivel y en cuanto al club, muy organizados,nada al azar.
Como experiencia y al ser la primera árbitro chilena que llega a trabajar como línea a Italia, siento un enorme orgullo.
Ahí me gane la entrada a otro torneo bajo esa figura, pero mi objetivo era sumar experiencia. Asumí el costo, acá me pagué todo con el dinero de los 2 campeonatos anteriores, pero tenía que ver donde dormir una noche, ya que Perugia terminó un domingo y horas más tarde viajaba al otro torneo. Pensaba en quedarme una noche en la estacion de trenes. Finalmente encontré dónde dormir esa noche, gracias a una colega árbitro.
Y así vino mi tercer torneo y ya era un sueño a esas alturas estar en otro challenger, en este caso, San Bededetto del Tronto. Ahí pasé susto, conseguí hospedaje que a esas alturas para mí era un departamento. En Italia es habitual que familias compartan su casa y alquilen la habitación. Alojé con un matrimonio joven, con un bebe de 1 año. El lugar era muy cómodo y acogedor.
En el club, se acerca un joven de lentes oscuros,lo observo y sus rasgos eran tan iguales a un amigo-tenista que hace años no sabía de él…¿será posible me dije y no le hablé, quedé con la duda, entré a la cancha y en mi momento de descanso por el costado escucho mi nombre: “Mabel eres tú”. Giro la cabeza, “miguelito mi miguelito (orgullosa de tus logros Miguel Miranda jr), que alegría, eras tú,te veo afuera y charlamos, tenía que seguir arbitrando, después lo busqué y charlamos mucho,fue muy bendecido encontrarme ahí con un compatriota, nos pusimos al día de nuestras vidas y de mis aventuras por Italia.
Debo reconocer que traté de aprovechar al máximo el tiempo, como era voluntaria, pedí permiso para llegar más tarde y me fui a visitar la Basílica de Nuestra Señora de Loreto y ese fin de semana no trabajé, ya que solo tenía para quedarme hasta el sábado y necesitaban jueces sábado y domingo, entonces emprendí viaje a visitar al Padre Pío, es muy difícil para nosotros los jueces y árbitros en general conocer un poco los lugares donde estamos trabajando,los horarios de los partidos y termino de la jornada no da tiempo para hacer muchas cosas. Gracias a Dios, pude hacer y conocer más de lo que imaginaba.
Finalmente, los últimos 15 días, estuve de voluntaria en el Hogar de Ancianos de las Monjitas(servidoras del señor y la virgen de Matara).
Tengo que agradecer mucho porque pude compatibilizar mi trabajo y mi paso por los conventos y conocer Roma,Todi,Perugia,Asis(Francisco de Asis y Santa Clara),Loreto(Basilica nuestra señora de Loreto), Pescara,Foggia,Velletri(monasterio),San Giovanni Retondo(Padre Pio),Montecassino (abadía San Benito),Segni (Hogar de Ancianos Opera Pía), Nápoles (gracias Antonio Reccardi juez italiano), y Pompeya(pueblo y basílica). También gracias a los jefes de Italia: Ana, Elizabeth,pepe, Roberto y Mauro.
Me gustaría comentarles amigos de Tenis Chile que gracias a mi trabajo, profesionalismo y compañerismo, quedé invitada para el mes de mayo de la próxima temporada, para volver a trabajar a Italia. Estoy muy felizpor mis logros y poner el nombre de nuestro país en boca de muchos Italianos.
Por Mabel Berríos (juez de línea)