Se viene septiembre y comienza la temporada de circos: “Los Tachuelas”, “Las Águilas Humanas”, “Los Fuentes Gasca”, para los más adultos el “Timoteo” y para la “Familia del Tenis”: “El Circo Pobre”…la Fetech.
Reulta que un buen día, el que era dueño de ese circo (concesión por un año), le cedió sus derechos, basado en que estaba cayéndose la carpa a pedazos y bajo los parámetros de la nueva Ley de Federaciones Deportivas Nacionales, a un nuevo dueño, que iba a “ordenar la casa” y el circo iba a tener un reimpulso, dejando en el pasado al dueño anterior, que durante una década contó chistes crueles e hizo desaparecer (para no seguir diciendo que “robo”) la caja chica, la caja mediana, la caja grande y la caja fuerte, justo en la época que las entradas se vendían como pan caliente.
“Conversión”, era el concepto, llegando a la figura de Federación Deportiva Nacional para poder ser intervenidos. Esto significó nombrar una persona en conjunto con el COCh para que se haga cargo de la gestión hasta que se cumpla con todos lo pertinente. Ese nuevo dueño en definitiva llegó y hoy se adueñó de la carpa ubicada en avenida Cerro Colorado. Incluso, quiere compartirla con otras Federaciones deportivas. O sea, van a subarrendar el lugar que necesita exclusividad y privacidad para los verdaderos actores del circo pobre. No queremos a los Montini, a los Maluenda o los Salas Gutiérrez compartiendo show y cartelera.
Pero ese show debe continuar ¿Cómo? No sé. Existe carencia de facultad para destinar recursos, contratar o desvincular personal, definir funciones, subir directamente información a la página web, gestionar uso de canchas de Cerro Colorado, entre otros temas.
Por otro lado, existe intransigencia, afán de protagonismo y se hace la analogía con un emperador romano de cuarta categoría (que resolvía en forma arbitraría quién vivía o moría) en este caso don “Cristián”, el nuevo dueño, quien le quitó al resto de los integrantes del “circo pobre”, tener injerencia, en decisiones deportivas tales como: Calendarización y sedes de torneos Futuro, proceso de Gira Europea, selectivos sudamericanos – Odesur – provisión de equipamiento básico para nuestros representativos, etc.
Hasta ahora, se salvan los dos dueños anteriores, el que se llevó lo que pudo y el que después estuvo un rato y arrancó, dejando a cargo a quien hoy está amenazado por convivencia por no pescar a nadie. Hasta el boletero y el acomodador de asientos, pasando por trapecistas, domador de leones y el animador, quieren tomar sus cosas e irse.
No fue necesario un maestro de ceremonia, a la usanza tradicional, para anunciar y describir cada número, sino que estos fluyeron bajo lo que dictamina la normativa vigente, con la intención de lograr cierta narrativa en este espectáculo, donde lo popular y lo elitista convergieron a pesar de todos imprevistos. El problema es que no a todos les gustó el modus operandi.
Queda una alternativa parece: la convocatoria a una asamblea extraordinaria, en la que se planteará la idea de adelantar las elecciones del ente.
El tema será el de siempre, generar consenso. De las 10 asociaciones que hoy integran la asamblea de la Fetech, solo las regiones del Maule y Biobío apoyarían la continuidad del directorio actual. Eso parece resultar insuficiente.
Lo señalé en la columna anterior: no podemos pedir cosas imposibles, la situación económica sigue siendo “delicada” y esperar que el número estelar del mago, haga aparecer la caja chica, la caja grande, la caja fuerte y el dinero que está bajo el colchón del viejito canoso que se adueñó de este circo. Ni siquiera sabemos cuál es la situación actual.
¿Llegaremos a una carpa que algún día entregue nuevos estilos, diseños, sonoridades y efectos visuales además de la tan ansiada “renovación”?
El circo “contorsiona” el alma y aguza los sentidos. Hasta los más incrédulos, se dejan seducir por la risa de un payaso, las acrobacias extremas, las piruetas atrevidas, o el ilusionismo. Lo paradojal en este caso, es que todos los que amamos el tenis tenemos tristeza y ganas de llorar en vez de reír.
Por Rodrigo Sánchez