Cristián Garín habla pausado pero con alegría, siempre ha sido una persona con tranquilidad, muy pegado a su familia y amigos y en este tiempo especial estando en casa mantiene su esensia. Tras firmar un destacado inicio de año con dos títulos ATP, incluido su primer ATP500 en Río, el chileno que enhebró 10 victorias seguidas en febrero intenta aprovechar el tiempo cada día, manteniéndose activo con una rutina física, leyendo algún que otro libro y jugando a los videojuegos.
“La verdad que se me hacen los días muy largos al igual que todo el mundo, pero es algo necesario quedarse en casa y que hay que tener mucho cuidado. Es algo serio que está afectando a muchos gente, hay que tener precauciones”, contó a ATPTour.com un Garín que no suele darse muchos gustos y entre sus mayores ‘placeres’ están los relojes, de los cuales se considera un ‘fanático’ y los colecciona pese a (aún) no tener muchos.
Mientras se divierte con un nuevo integrante de su familia, un perro al que llamaran ‘Angel’, la mentalidad competitiva del No. 18 del mundo se mantiene encendida y por eso sigue pensando en el presente y en el futuro.
¿Cómo estás llevando estos días de cuarentena?
Intento hacer deporte en casa, descansar la semana anterior y ahora partí moviéndome, haciendo actividad física. Y buscando cosas que hacer, he empezado algunas que nunca había tenido tiempo y me ha servido. Siempre hacer varias cosas y sin poder salir de casa es difícil pero cada día intento hacer algo nuevo.
¿Esperabas dar este salto de calidad o lo ves como una continuación de su gran 2019?
No me esperaba ganar dos torneos en los dos primeros meses del año pero si tener buenos rendimiento, me sentía jugando muy bien y si bien la pretemporada no fue tan larga entrené muchísimo el físico… Australia no fue bueno para mí pero sentía que tuve un poco de mala suerte en los sorteos y me faltó un poquito para ganar pero pude mantener la calma…
El click llegó en el comienzo de la gira latina sobre polvo de ladrillo. ¿Qué cambió allí? Nada y todo en particular. “Cuando llegué a jugar en arcilla, mi nivel siguió siendo el mismo pero en cancha lenta se adapta mucho mejor. Jugué bien, competí parejo y a un gran nivel… y venía con buen envión para lo que se venía: son cosas que pasan, nadie esperaba que pasara algo así y de momento estoy contento y con muchas ganas e ilusión”, evaluó el pupilo de Andres Schneiter.
El comienzo del 2020 fue con cuatro caídas en tus cinco primeros partidos de la temporada… dicen que a veces se aprende más cuando uno pierde que cuando uno gana, ¿fue un poco así? ¿Sirvió de aprendizaje, en especial el partido ante Djokovic en la ATP Cup?
Ya van dos años que en Australia que me pasa lo mismo, que no me adapto bien, duros partidos, en la ATP Cup me tocaron tres partidos durísimos, luego caí con un finalista. En Australia caí con Raonic, fue raro porque me sentía jugando bien y obvio que cuando las cosas no salen, siempre intentamos analizar bien qué nos faltó para seguir trabajando y con calma en esos momentos ‘malos’. No fue fácil, porque a nadie le gusta perder, pero creo que cuando pierdo ahora me lo puedo tomar con tranquilidad y seguir al día siguiente con más ganas: de esto se trata el tenis, de hacerlo día a día, semana a semana
Fuera de la cancha sos alguien muy tranquilo y que no llevas una vida grandilocuente, ¿Esa estabilidad puede hacer la diferencia también adentro?
Yo siempre intento hacer lo mismo cada vez: tengo los mismos amigos de siempre, la verdad que fuera son muy estable. El tenis es algo que está en mi cabeza en todo momento y pienso en cómo seguir mejorando y eso me ha llevado a poder estar donde estoy. Estoy con muchísimas más ganas que antes que cuando quizá tenía peor ranking. El miedo a ganar y perder siempre está, pero hay que saber convivir con eso, con defender puntos, en las semanas que uno quiere hacerlo bien y no sale… pero eso a este nivel que estamos jugando pasa a segundo plano. Y yo me enfoco en mi mismo, en lo que me hace bien y en cómo juego al tenis: eso es lo más importante, en poder competir
A los 23 años has podido manejar la presión y las expectativas de todo un país que no mide lo difícil que es estar en tu lugar o lo que se requiere incluso para seguir subiendo, ¿Cambió algo ser Top 20 del mundo? ¿Los objetivos y los sueños siguen siendo los mismos o con esta confianza ilusionas con lograr cosas todavía más grandes?
Me siento igual ahora que son Top 20, me muero de ganas por volver a competir y que todo pase rápido y volver a entrenar bien y prepararme… Siempre quiero más, pero estoy tranquilo y contento con este ranking y hay que seguir esforzándose. Tengo un gran equipo de trabajo que tienen las mismas ganas que yo y eso me llena de energía y eso es clave. En las derrotas somos autocríticos, y las victorias nos ponen contentos pero tratamos de que nada nos saque de lugar y sigamos la misma línea y esa forma de trabajo es la que me gusta. Obvio que quiero más, voy a ir por más, pero hay que ser paciente y seguir ahí como lo vengo haciendo estos años.
Fuente: ATPtour.com