Historias y anécdotas de tenistas chilenos ligados a las casas de estudios gringas, irse a la segura y todo lo que envuelve estuadir jugando tenis en el mas alto nivel en el siguiente reportaje
Nicolás Jarry partió su carrera como tenista defendiendo la bandera de Estados Unidos, hecho que cambió en 2013, porque el nieto de Jaime Fillol se decidió a representar a Chile. Precisamente nuestro jugador, que se alista a participar en el Movistar Open by Cachantun 2017, se inició en el país del norte (Miami) e incluso pensó en radicarse.
También están aquellos que ven la opción de dedicarse al tenis como una ilusión en el país del norte: Anita Vásquez, pertenece a la academia ATNZ, en Peñablanca. La Quillotana de 16 años, hace exámenes libres y reconoce que “lo que siempre quise fue irme a estudiar a Estados Unidos, y mi papá me ha apoyado muchísimo, con su señora Cristina, que es como mi mamá. He hablado con mucha gente que se ha ido a estudiar a USA, y bueno, es muy interesante saber de otras experiencias. Aún no sé a qué universidad me iré, porque todo depende de mí avance de aquí a dos años más, para conseguir la mejor beca. Me interesa estudiar administración de empresas”.
Otro que busca el sueño americano es Nando Aránguiz que en el 2015 viajó con su padre a jugar en el Eddie Herr y Orange Bowl, ahí conocieron a Hans Gildemeister “quien nos acogió muy bien, ahí nos dimos cuenta del nivel de entrenamiento de allá, de su academia y que en Chile no hay mucho futuro en el tenis”, reconoce su madre Leslie Ruiz.
“Nando allá es muy feliz, se va caminando a la academia de Hans, aunque el entrenamiento es de alto rendimiento (entrena mañana y tarde), lo pasa muy bien y tiene la ilusión de seguir”, agrega Leslie, quien nos comenta que su hijo ganó 3 torneos seguidos en menores de 12 años hace un par de meses en Tampa. Todo parece ir bien encaminado: arrendaron un departamento al lado del club en Hunters Lake (New Tampa) y el chico sueña con llegar a ser profesional.
Precisamente Gildemeister señaló a Tenis Chile que “entrenando en Chile siempre fue mi sueño antes de ser profesional el ir a la universidad en EEUU. De hecho fui a la mejor, la número 1 que era la del Sur de California. Lo importante de este tema, es que la universidad primero te da la posibilidad de estudiar, después tiene muy buenos torneos, tercero tiene buenos equipos multidisciplinarios que te apoyan, infraestructura, puedes estudiar y te llevan a los torneos”.
“Acá en EEUU es más fácil para la mujer conseguir el 100% de beca debido a que existen 8 por universidad y en el caso de los hombres, como se han equiparado los derechos por género, hoy tiene 4 y media. Acá si eres bueno, obviamente se abren las puertas y es más fácil, sin embargo, el tema académico es fundamental: si das una buena PSU te pueden dar un 30 o 40% de beca, lo que es muy bueno”, cuenta el Director de la Tennis Center de Tampa, Florida.
“El circuito universitario es bueno, prácticamente del nivel de un 25 mil. Está el ejemplo de Kevin Anderson, James Blake, John Isner y a nivel nacional está el caso de Guillermo Núñez que hizo algo buenísimo”, dice “el biónico”, quien a la fecha (4 años) ha conseguido becas para alrededor de una veintena de chicos.
Exactamente Guillermo Núñez reside en Fort Worth, Texas y estudia en Christian University Economía con Business. Nos cuenta que, “se me presentó la opción de seguir con mi carrera tenística en USA y me interesó mucho el poder sacar una carrera de una universidad buena y a la vez seguir mejorando en mi tenis. Fue una decisión difícil en el momento, me fui en contra del camino normal que todos toman”.
“Al comienzo no fue fácil. Distinta cultura, idioma, calendarios, estilo de vida. Al comienzo estuve muchos días que iba a clase y literalmente era como si no hubiera ido porque no entendía absolutamente nada. Sin embargo, es una de las mejores decisiones grandes que he tomado en mi vida. Yo lo recomiendo 100% para el que tenga la opción”, relata Núñez quien pretende volver al tenis ATP apenas se gradúe en mayo del 2018.
Quien también trabaja en la ayuda de los chicos que desean seguir una carrera en Estados Unidos es Fernando Guarachi. Reside en Miramar Beach, Florida y tiene un club de Tennis (Destin Tennis Club en Seascape Resort) hace más de treinta años, con 8 canchas iluminadas en una hermosa ciudad balnearia al borde de las blancas playas del Golfo de México. Destaca -a modo de contexto- que al menos 40 de sus pupilos lograron obtener becas en diferentes Universidades de USA incluyendo su hija Alexa, que estudió y se graduó, “al igual que yo en la Universidad de Alabama, división 1”.
Don Fernando es un convencido de que la opción de obtener beca universitaria como tenista es una buena opción y señala que “hay muchas formas de postular , pero ninguna mejor que con un buen currículum de estudios, buen dominio de inglés, excelentes antecedentes deportivos idealmente haber tenido un buen ranking ITF o por lo menos del país de donde proviene, demostración de habilidades de buen deportista, buena ética, ser un buen jugador(a) de equipo y sin ningún lugar a dudas ayuda tener buen contacto con alguna persona que sirva para llegar a USA”.
Por otra parte, se deben llenar los diferentes formularios que se le presentarán y especialmente llenar lo que se llama NCAA recruiting en la página web de www.NCAA.org entrar donde dice “Registration” y empezar a llenar formularios.
Carlos Crisóstomo siguió el camino de estudiar International Business en Harding University, que es una universidad privada en Arkansas. “Me vine completamente solo en enero del 2015, ya finalizando este semestre me quedara un año para graduarme. Cuando vi que me quedaba 1 o 2 años jugando en Juniors, tuve que empezar a ver bien qué quería para mi futuro, uno siempre tiene el sueño de seguir jugando y por eso nunca me gustó la idea de estudiar en Chile, sabía que al empezar mis estudios en mi país no jugaría más tenis de la forma que yo quería”.
“Antes de venirme pensaba que nunca iba a poder hablar inglés en mi vida, me costó un montón. Vengo de Santiago, de una gran familia súper unida, acostumbrado a estar rodeado de gente, amigos, etc. Y llego a un pueblo de 20.000 habitantes en la mitad de la nada. Una pequeña anécdota: llegué a la universidad y me doy cuenta que es una de las universidades cristianas más exigentes de la religión, me ha tocado acostumbrarme a ir a la iglesia todos los días y seguir un montón de reglas que jamás me imagine”, añade.
“Tuve la suerte de trabajar en la Academia de Robinson Gamonal donde a pesar de que a veces pensaba que todo se ponía cuesta arriba y ya quizás no se podía no más, siempre me apoyaron con todo el proceso hasta que se logró”, comenta Crisóstomo.
Y es Gamonal quien en su academia ha trabajado desde Chile de manera muy exhaustiva ese tema, hace más de 15 años, iniciando un proyecto de academia que poco a poco trata de solventar todas las necesidades que tiene un deportista.
Trajo este modelo a partir de su experiencia en Estados Unidos. Según comenta, “el sistema tradicional aplicado en Chile no le da la posibilidad a nuestros deportistas de poder desarrollarse, la jornada escolar hace que los niños salgan aproximadamente a las 5 de la tarde de sus colegios llenos de tareas y trabajos entonces eso los limita a hacer el deporte que les gusta a un buen ritmo y con una buena intensidad”.
“Nosotros íbamos a competir con nuestros alumnos al extranjero y nos iba muy mal, entonces se nos presentó la oportunidad de desarrollar el proyecto de academia, con el propósito de entregar un servicio educacional y deportivo a los niños”, aportó Gamonal, que afirma que hoy cuentan con más de 200 alumnos becados en Estados Unidos, lo que es “muy gratificante”. Además, considera que “dejamos al niño con todas las herramientas para desenvolverse de buena manera a la hora de optar por estudios superiores”.
Esta idea comenzó con una escuela y hoy tiene a su cargo todo un equipo multidisciplinario que incluye además del colegio, sicólogo y asesorías en todas las áreas que implica la formación de un futuro deportista profesional.
Pablo Montesi tiene en Miami Beach con Cristian García el programa www.gmsportstennis.com, desde niños hasta adultos, ofrece clases privadas y “nos va muy bien ya que desde noviembre hasta marzo es la temporada alta y vienen muchos turistas con ganas de jugar al tenis”.
“En un momento teníamos un buen grupo de chicos que llevamos al Orange y estaban bien rankeados, Ahora nos hemos dedicado más a los chicos (5 a 10 años) y las clases privadas ya que nos dimos cuenta que hay mucha demanda por este barrio. Los chicos de competición alta van a academias que quedan más lejos donde algunos pueden estudiar ahí y a veces vivir”, complementó Montesi que durante 3 años llevó un grupo de jóvenes de Chile y Brasil a entrenar en GM Sports Tennis Academy.
Casos de éxito
Camilo Muñoz vivió 3 años en los dormitorios de la East Central University Oklahoma (ECU), lugar donde estudió Business Finance en 2006, saliendo de tenista junior, y tratando de hacer carrera. “Un día jugando baby fútbol, un amigo me cuenta que él llevaba 1 año ya estudiando, podía jugar tenis y estudiar. Encontré increíble esa oportunidad. Ni lo pensé, ese mismo día le dije a mis viejos que necesitaba un profe de inglés”. Actualmente trabaja en la bolsa de dinero de manera exitosa. Reconoce que “no lo imaginaba, porque en mi cabeza solamente existía la pelotita. Tenis e inglés herramientas básicas que me permitieron hacer lo que hago hoy en día”.
Cristóbal Núñez se fue a EEUU el 2005 a Benedictine College (Kansas), donde estudió un año International Business. “A esa edad es complicado tomar decisiones, porque para un deportista la práctica lo es todo. Pero tuve la suerte de estar en una generación donde varios jugadores de mi edad habían partido a estudiar en EEUU, esto abrió mi mente y mis sueños. Reconoce que “el primer semestre en EEUU iba a clases, me sentaba bien atrás para que no me fueran a preguntar algo, esperaba que terminara la hora de clases, ya que no entendía nada y me acercaba al profesor al final con mis frases listas para preguntar si había alguna tarea o que páginas del libro entraban en la prueba”.
Núñez regresó a nuestro país y tiene su empresa de ropa y artículos corporativos. Juega tenis una vez al mes y está bien metido en el pádel, de hecho está en primera y este año organizó 2 ligas y espera cerrar el año con un tercer evento de estas características.
Karem Harboe estudió en la Universidad de Mississippi (Olemiss) en Oxford y llegó en agosto del año 2.000. Su carrera: negocios internacionales con beca deportiva y después un MBA con beca académica.
Haboe jugó un año de torneos profesionales. “Después de tener una mononucleosis bien larga, me di cuenta que iba a ser difícil estar entre las mejores 50 del mundo y decidí venirme a USA. No fue complicado para nada. Mi ranking juniors ITF más alto fue 58 y tuve buenos resultados contra jugadoras americanas así que tenía varias ofertas. Con mis papas miramos diferentes cosas para decidir: el número de estudiantes, la ciudad no era grande y pensamos que eso iba a ayudar a acostumbrarme”.
Rememora que la decisión no fue fácil. “Me costó, porque mi mamá tenía leucemia y quería estar cerca de ella, pero sus deseos de que viniera a estudiar acá prevalecieron. Un viaje increíble fue la semana que nos llevaron a Las Vegas. Aproveché ese viaje para ir también a Memphis, así que pude ir a ver a Fernando González jugar el Memphis Open”.
También Estados Unidos le abrió las puertas del amor: “En mi tercer año de universidad conocí a Jason mi marido. Fue a ver uno de nuestros partidos y se quedó mucho rato viéndome jugar. Fue mucha coincidencia que esa noche salí con las niñas del equipo y el salió con sus amigos a celebrar su cumpleaños y nos encontramos”. Incluso, se vinieron a Chile, Karem trabajó como gerente del Spa del hotel Hyatt en Santiago, Jason aprendió español y tienen tres hijos. Y el tenis no lo ha abandonado, en Ocean Springs, Mississippi inició una academia de tenis en 2009. Hoy día tiene más de 80 niños de 6 a 17 años.
Sergio Sánchez estudió en Southern Illinois University, ubicada en la ciudad de Carbondale en el estado de Illinois, estudie entre los años 2004 y 2008 Ingeniería Comercial o Business Administration como se llama en USA. “La opción la vi con buenos ojos, pero no era lo suficientemente bueno para meterme top 50, ya que en mis metas siempre ese fue el ranking que quise tener, más abajo es muy difícil vivir del tenis. Tuve la suerte de estar en torneos con Nadal, Gasquet, Tsonga, Monfils, Wawrinka, incluso tuve la suerte de ganarle en 2 oportunidades a Fabio Fognini en menores de 16, pero con ese nivel que vi en mis giras a Europa me di cuenta que quizás mi nivel era bueno, era 1 de Chile, pero no suficiente para vivir del tenis”.
A diferencia de los casos anteriores, ni el idioma ni la adaptación fueron inconvenientes para Sánchez: “Tuve un servicio militar en el CAR de la Fetech que me sirvió mucho, no teníamos a veces papel confort o desayuno, tampoco tele, pero entre todos nos apoyamos y lo pasábamos excelente en el CAR, de mis amigos de esos años maravillosos recuerdo a Manimal Aguilar, Fito Hormazábal,´Nico Riquelme, Carlifu Rios, Lincoñir, Urzúa, Rivera, Roux, Osorio y muchos otros que éramos una familia. También a los entrenadores de cabecera Luchin y Lalo que hasta el día de hoy mantenemos contacto todos (tenemos grupo WhatsApp). Así que adaptarse nunca fue un problema en USA, lo que si nunca me gusto su cultura, por eso decidí volver a Chile”.
Rodrigo Puebla vive en Jacksonville, Florida. Estudió Administración de Empresas (University of Pikeville-Kentucky) y tiene un Masters en Administración de Salud(Columbus State University-Georgia). “Cuando llegué acá, el hermano de mi entrenador en Chile (en ese tiempo Arnaldo Alcaino) Omar, fue el que me abrió las puertas y me quede con él y su familia hasta que ingresé a la universidad”.
Actualmente Rodrigo es entrenador de mujeres en una Universidad en Florida (Flagler College). “Desde que me gradué lo quería hacer y me gusta bastante. Me encanta ayudar a chicos de otros países a llegar acá y seguir con el sueño de ellos de jugar tenis y al mismo tiempo sacar una carrera. Pienso que en Chile a veces los chicos y padres se enfocan mucho en lo de ser pro y no ver este camino que también te ayuda, pero se demora un par de años más”.
Sebastian Pena, aterrizó en Arizona y estudió en la Liberty University en VirginiaBusiness Finance y se graduó en mayo de 2008. “Mi amigo hermano y ex tenista, Víctor Ríos, se fue a la misma universidad 6 meses antes que yo. Estuvimos juntos un semestre y él se transfirió a una universidad en Oklahoma”.
“En un comienzo, me encontraba entrenando en Barcelona y jugando torneos futuros por varios países. A los 19 años, me di cuenta que la vida del tenista es muy dura con respecto a lo emocional y a las finanzas. Yo mismo me puse a escribirle a varias universidades que yo estaba interesado, varias me respondieron y me pidieron que hiciera un video y tomara 2 exámenes (TOEFL y SAT). Gracias a Dios, mis puntajes fueron suficientes con casi sin estudiar. El mayor error es pensar que irse a la Universidad por tenis es retirarse. Hay muchos jugadores que después de graduarse empiezan a jugar profesional y les va muy bien. A los 22 o 23 años uno está más maduro”.
Hoy Sebastián trabaja como asesor financiero para una compañía llamada Merrill Lynch. “Tengo licencias para hacer inversiones en la bolsa de US. Hace un par de meses también saqué mi licencia de Real Estate. Mi señora (Kathryn) y yo estamos trabajando un proyecto de compra y venta de propiedad que se mueve mucho aquí”.
“Venirme fue la mejor decisión que he tomado en mi vida”, concluyó.
Por Rodrigo Sánchez