¿Cómo nace la confianza del jugador de tenis? ¿De dónde surge? ¿En qué se basa?
Desde mi punto de vista, lo primero es entrenar mucho, pero mucho, el aspecto técnico y táctico, para ser consistente y no fallar pelotas fáciles.
Eso le da al jugador la confianza necesaria, para intentar tiros más difíciles, arriesgados, contando con cimientos sólidos, una estructura firme, en la que apoyarse.
Con confianza, se puede atacar y defender casi a la misma velocidad, solo variando direcciones, efectos y trayectorias.
Como ya lo mencioné, la confianza se construye en base a un juego sólido, a lo que debe sumarse un excelente estado físico, que no abandone nunca al deportista.
Y eso es clave, en esos días en que la parte tenística no camina del todo bien.
En esas ocasiones, hay que ponerse el overol, tratar de pasar la bola la mayor cantidad de veces posibles sin tomar grandes riesgos, y correr todas las pelotas. Pero todas. No existe otra opción.
Si el jugador está convencido que se encuentra preparado para eso, entonces tiene posibilidades de vencer, aún sin desplegar su mejor tenis.
Si el deportista está seguro que es capaz de ganar jugando mal, eso quiere decir que confía en sí mismo y en sus recursos.
Pienso que la confianza surge y se instala cuando el tenista conoce su potencial junto a sus limitaciones, por lo que sabe lo que puede rendir bajo presión en un partido de torneo; comete pocos errores no forzados, y su estilo de juego le permite potenciar sus virtudes y esconder de la mejor manera sus puntos débiles.
Arturo Núñez del Prado / Profesor de Tenis / Periodista / arturondp@gmail.com