Cristian Garin es por lejos el jugador del momento en el tenis chileno dentro de los últimos años, su llamativa explosión revivió el interés de un público que vibró con Ríos, González y Massú y que hoy sueña con rememorar glorias antiguas en un nuevo apellido.
Su reciente separación con el estratega argentino Andrés Schneiter sorprendió a todo el ambiente tenístico nacional, coach que lo tomó en el casillero 159 y lo dejó 18 en dos años de relación laboral.
Un tanque, así es como se le conoce al número 1 de Chile, un reflejo de la potencia física que no merma su rendimiento, tanto así que fue capaz de ganar dos títulos ATP en dos semanas consecutivas este 2020 y en Octubre del 2018 ganó 3 Challenger en un solo mes.
Las características positivas del virtuoso Garin son infinitas, pero la solvencia mental es quizás el punto a mejorar para conseguir resultados que hoy son esquivos, Grand Slam, top ten y consolidación frente a los grandes.
El próximo coach que diriga al campeón de Río de Janeiro será el décimo en una corta carrera de 24 años que ha tenido más altos que bajos.
Mañana Miércoles Garin viajará a Europa para jugar los ATP 500 de Viena y Master 1.000 de Paris junto a su fisioterapeuta Cristian Madariaga.