Quién iba a pensar que un partido de Copa Davis entre Chile y Argentina (contexto)…sería el inicio de una linda y entrañable relación de Arturo Palma con el tenis: “quedé pegado tras esa serie, me colé a la escuela de tenis i y así empezó todo”.
Ese punto de inflexión lo llevó a convertirse en jugador, “poco a poco fui mejorando, soy de la generación del 75’ donde tenía buenísimos jugadores compitiendo: los hermanos Gamonal, Briones, Silberstein, Torrens, Ferrer, Diez y por supuesto Marcelo Ríos. Sin embargo, me fue difícil destacar como jugador con solo la pasión de jugar en una escuela, pero alcance un buen nivel”, señaló Palma.
Ya con 17 años abrazó lo que es hoy su especialidad en este deporte: la formación. “Comencé a dar mis primeras clases de tenis e inicie con una escuela de niños en la misma Universidad de Chile. Luego, trabajó conmigo directamente Pablo Saffie”, agregó.
Pero uno de los proyectos emblemáticos de nuestro entrevistado, sin dudas fue en la Universidad Católica el Programa Campeones para Chile, de donde nacieron varios jugadores, como Hermes Gamonal, Juan Felipe Yáñez, Julio Peralta, Adrián García, Bárbara y Valentina Castro, Alejandra Quezada, entre otros.
Y no sólo eso: “luego estuve casi un año en España, posteriormente en Bolletieri, después iniciamos un proyecto con mi amigo Robinson Gamonal que luego el convirtió en un gran academia. Cuando estaba desarrollando un proyecto en el club de tenis de Melipilla, fue TSP quien me propuso volver al alto rendimiento y estuve 9 años con jugadores de transición de juniors a profesionales como, Peralta, Parada, Capdeville, Juan Felipe Yáñez, Alund, Aguilar, Hormazábal, Urzúa y Podlipnik. Previo paso por el Club Manquehue hoy desde Canadá, Arturo Palma conversó con Tenis Chile.
A nivel formación (te has dedicado parte importante de tu carrera a eso) ¿cómo ves el trabajo que se está realizando en Chile y que puedes comentarnos de una realidad como la de Canadá, que hoy está rindiendo frutos?
En Chile siempre hemos tenido buenos tenistas, eso quiere decir que algo se hace bien, pero lamentablemente no hay nada unificado, ni de programas de desarrollo en donde los que hacen las cosas bien puedan enseñar una base de trabajo para todos y puedan haber muchos más chicos con posibilidades de recibir una buena formación, ser seleccionados y ayudados para su despegue como deportista, cosa que cada vez se ve menos…
¿Son comparables las realidades de ambos países en la materia?
“Es muy difícil comparar eso con Canadá ya que aquí los recursos están a la orden del que los requiera, ellos se han preocupado de mejorar todo la base de desarrollo de menores para que los chicos con talento lleguen al alto nivel, y así es como han ido explotando los Shapovalov y Félix Auger-Aliassime”.
La pregunta anterior apunta a la crítica y el hecho de“lanzar dardos” a nuestros tenistas sin siquiera manejar el contexto y la situación – país…
“Esto es algo no comparable con ninguno de los países desarrollados a nivel deportivo, los jugadores no tienen nada que ver con la situación que tenemos en nuestras federaciones deportivas”.
¿De qué forma se podría revertir esa situación? Se han lanzado muchas iniciativas pero en definitiva el dinero parece ser la única opción ¿o no?
“Siempre hay personas que quieren revertir esta situación, con conocimiento y experiencia, pero han habido otras que no lo han permitido y finamente termina siendo siempre todo esfuerzos familiares y personales. Creo que la manera de revertir el tema, es que realmente se cree una federación con personas que amen este deporte y quieran asesorarse por gente con experiencia, conocimientos, que pueden organizar todo lo que no existe en este minuto y lógicamente levantar los recursos necesarios que sin duda en el tenis son vitales”.
¿Cuál es el perfil – biotipo del tenista chileno y este es adaptable a la competición con los europeos o norteamericanos por ejemplo?
“Tenemos muchos ejemplos, el biotipo de chileno para mí en general es bastante bueno para el tenis, pero hay una variedad muy grande sin duda, tuvimos a Ríos, Massú y González, todos con diferentes biotipos y estilos, con el enorme mérito de haber llegado a los más alto, ahora tenemos a Jarry, Lama, Garín, Malla, Barrios, Peralta, Podlipnik, todos diferentes y que compiten de excelente manera en el circuito”.
¿Cuál es la receta del éxito del tenis chileno? ¿Qué sientes que pasó después de la última generación exitosa?
“Receta creo que no hay una sola, eso sí ingredientes básicos como son dinero, la pasión, la combinación de un buen maestro y un buen alumno ¡trabajadores locos!
Y creo que luego de la generación más exitosa del deporte nacional, no se supo aprovechar el momento en que todo el mundo quería ser como ellos, se abrieron academias con gente que no estaba preparada, todos los recursos que ellos generaron no llegaron a buenas manos entre otros factores”.
¿Qué recomendación entregas a aquellos padres que no saben si dejar o no que sus hijos se dediquen al tenis?
“La recomendación es obvia y lógica para alguien que piensa en entregar valores únicos a su hijo/a para ser una persona completa, luchadora, autosuficiente, solucionar problemas, disciplinada y sana, es que de todas maneras los dejen dedicarse a lo que les gusta”.
A futuro: ¿Cuáles son tus proyectos en el tenis y lo que sueñas para el tenis chileno?
“En estos momentos estoy dedicado a mi hija de 10 meses, estoy retomando poco a poco las raquetas con algunos alumnos privados y ya el próximo mes inicio con un grupo de juniors y jugadores en un club de Quebec. Mi sueño es volver a los grand slams con algún jugador chileno y poder darle una mano al tenis chileno para que siga brillando en lo alto del mundo”.
Por Rodrigo Sánchez