En esta oportunidad abordaré tres detalles, sobre los que estimo útil detenerse.
Agacharse: Cuando la pelota viene baja, escucho con frecuencia que se afirma que hay que agacharse, para ejecutar un buen impacto.
Sin embargo, estoy convencido que, ante una bola de escasa altura, la expresión más adecuada a utilizar es “flectar las piernas”.
De esta manera, queda claro que lo que se persigue es bajar el centro de gravedad del cuerpo. El tronco y la cabeza, por su parte, tienen que mantenerse siempre derechos.
Esto resulta fundamental tanto para el equilibrio estático, como dinámico del jugador.
Los tiros planos no existen: Para que un golpe fuera completamente plano, es decir sin ningún tipo de efecto, la pelota tendría que trasladarse o viajar inmóvil en el aire, de una lado a otro de la cancha.
Pero eso es imposible. Se quiera o no, la pelota siempre lleva alguna rotación, hacia adelante o atrás.
Ahora bien, existen tiros más rectos que otros, en cuanto a su trayectoria. Son los que denominamos golpes planos aunque, como expuse, no lo sean totalmente.
“El último paga”: Pronuncié esta frase mil veces, cuando era profesor de una escuela de tenis.
Significa que el alumno que llega al final en una cierta competencia, recibirá un pequeño castigo.
Hoy pienso que se trata de un error, y que resulta más apropiado proceder de manera opuesta. Creo que se debe premiar a quien gana la prueba, al que llega primero, sin penalizar al último.
Si la competencia fue de velocidad, por ejemplo, puede que el jugador que obtuvo el peor rendimiento sea un poco lento.
Pero si realizó su mejor esfuerzo, me parece injusto y poco motivador que reciba un castigo, aunque sea mínimo.
Arturo Núñez del Prado
Periodista
Profesor de Tenis
arturondp@gmail.com