Muchas veces uno obedece al idealismo. En cuántas ocasiones, mientras uno va en la incomodidad del transantiago, el metro, manejando el auto e incluso, café en mano o en el escritorio de la oficina, uno cierra los ojos y profesa el utópico ejercicio de soñar, proyectar, buscar el escenario ideal o la solución a miles de problemas que afectan a cada uno de nosotros. Pero esta no es la ocasión.
Al decir verdad, hace mucho tiempo señalé que la Federación de Tenis de Chile estaba en un laberinto sin salida, estancada por intereses personales de unos pocos, como señalaba alguien que incluso tiene un cargo al interior de la misma “tras las monedas”. En este caso, las pocas chauchas que quedaban, que poco a poco fueron desapareciendo y extinguiéndose en los bolsillos de unos pocos. Por lo tanto, era la hora de aterrizar.
Quienes eran los más esperanzados y pretendían luchar contra la corriente ya estaban resignados. Este sentimiento se vio reafirmado cuándo no aparecían montos, documentos, ni siquiera una boleta o factura, archivo u otro medio de verificación de entradas o salidas de dineros. Y no sólo eso: no quedó ningún elemento probatorio contra José Hinzpeter. Todo desapareció por arte de magia.
La deuda era imprecisa, se hablaron de mil o dos mil millones de pesos, de recortes y adjudicaciones de porcentajes hacia el interventor. Se habló de deudas cuantiosas en perjuicio de los trabajadores de la Fetech, principalmente en temas tan sensibles como sueldos, cotizaciones, bonos u otros conceptos. Ni hablar del corte de agua en Cerro Colorado, mientras el señor Ramírez y sus secuaces juntaban las monedas para que las canchas no quedaran sin agua durante el desarrollo de un torneo junior en sus dependencias. Todo esto al ritmo de música orquestada, vino, postres, pasteles y empanadas en el Centro Cívico de San Juan durante la Copa Davis.
En definitiva, no ha habido ningún avance, todo lo contrario, la deuda crece, Impuestos Internos espera con dientes afilados, seguir elevando sus intereses por concepto de no pagos y un vacío que no puede ser repactado en su primera etapa. Esto descontando los incumplimientos con proveedores, beca Musalem y otros temas “menores”.
Ni hablar de los egoísmos, egos personales y afán de protagonismo de los mismos de siempre, que vendieron la pomada de salvar al tenis y lo único que han conseguido es seguir estancando la situación. Ustedes dejaron la mesa servida señores Romero, Méndez, Miranda y los renunciados integrantes del Comité Electoral, Bruna, Garrido y Collins. Hoy no pueden quejarse, tuvieron tiempo y espacio para resolver las cosas y por lo visto les van a torcer el brazo…
Por este motivo y muchos otros a los que me he referido extensamente en los últimos meses, lo acontecido anoche en dependencias del Comité Olímpico, que llevaría a la creación de una nueva federación y una comisión para reformular los estatutos dentro de los próximos 30 días, sentará un precedente y podría ser un nuevo punto de inicio y espero el cierre de la puerta “por fuera” de los miembros del sillón vitalicio y su eterno candidato.
Aquí tenemos que pensar en lo que nos sirve, no lo que nos conviene: Mandar a la quiebra a la Fetch, buscar dinero fresco y nuevos inversionistas, sin la sombra ni el estigma de la federación y sus malas prácticas, sería un salvavidas y opción que habría que atender. Cambiar los estatutos, resulta imprescindible para conseguir el ansiado recambio de aquellos que no quieren soltar la gallina de los huevos de oro (hoy de lata).
Desde ahora, todo quedaría radicado en los clubes (unos con más y otros con menos poder a la hora de votar), quienes serán los encargados de pegar una drive lo más fuerte posible, que resulte un punto ganador contra las asociaciones. Por otro lado, impedir las reelecciones evitaría la perpetuidad de aquellos que no entienden o no quieren asumir que este tipo de cargos requieren de una permanente rotación. Caso contrario nos encontramos con situaciones lamentables como esta.
Si la aprehensión es lo deportivo, los torneos se seguirán realizando, los clubes seguirán teniendo vida y ahora sólo habría que preocuparse de organizarlos de buena manera y afortunadamente (incluso para quienes interpelo) siguen saliendo buenos jugadores, los cuales les han llenado la billetera una y otra vez. Ojo que hace unos días recibí información que la sanción de ITF no sería tan drástica y con el equipo que tenemos, podríamos regresar en el corto plazo al Grupo Mundial.
Si la reprimenda es hacia mí y quienes en su ejercicio de informar y tratar de ser responsables en la entrega de la misma, déjenme aclararles que ustedes cavaron su propia tumba. Nosotros no destruimos al tenis, como me lo dijeron los escuderos del señor Miranda, lo destruyeron él (14 años junto a Hinzpeter) y muchos otros con prácticas poco éticas, turbias e interesadas. Si tienen algo mejor que proponer, creo se les acaba el tiempo.
Por: Rodrigo Sánchez