En líneas generales, en el tenis los golpes constan de dos fases: preparación o armado, y aceleración.
El gesto técnico se inicia con la preparación, en la que se acumula la energía necesaria para impactar la pelota.
La aceleración, en tanto, tiene como fin liberar la energía almacenada en el transcurso de la preparación, traspasándosela a la bola.
La mencionada aceleración, comienza una vez que se termina el armado del golpe, cuando la trayectoria de la raqueta empieza a dirigirse hacia la pelota. Entonces, a partir de ese instante, la raqueta debe aumentar su velocidad de desplazamiento.
Una adecuada aceleración resulta fundamental, por ejemplo, para imprimirle un buen top spin a la bola.
Arturo Núñez del Prado / Profesor de Tenis / Periodista.