Se dice que una forma de mejorar el servicio, es hacer un par de canastos de manera frecuente, pues se asemejaría a lo que realizan los campeones.
El problema es que hacer dos canastos de saque, de setenta pelotas cada uno por ejemplo, varias veces por semana, puede resultar abrumador a causa de múltiples factores.
Hay que ser mentalmente muy fuerte, para estar solo practicando servicio y recogiendo pelotas, sin aburrirse y renunciar.
Y eso no es todo: se debe estar preparado en el plano físico, para resistir la ejecución de cerca de ciento cuarenta saques seguidos, escenario bastante improbable en un partido.
Además, las repeticiones mal ejecutadas, por ausencia de supervisión o cansancio excesivo, pueden ocasionar que las deficiencias técnicas que se intenta corregir, se acentúen y provoquen lesiones.
En consecuencia, a quienes no son grandes campeones, les recomiendo realizar solo veinte o treinta saques cada vez. Si lo desean, pueden incrementar un poco esa cantidad, de manera progresiva, de acuerdo a cómo se vayan sintiendo.
Es preferible entrenar menos tiempo un cierto golpe, pero con gran concentración, lo que resulta más beneficioso y agradable.
Las metas deben ser alcanzables, y establecidas conforme a las características de cada individuo, sin imponerse los mismos objetivos que los jugadores famosos.
Por otro lado, en el servicio se habla mucho del lanzamiento de la pelota, de ir a buscar arriba la bola, la aceleración de la raqueta, empujar con las piernas y la transferencia del peso del cuerpo, entre otros aspectos esenciales.
Lo enumerado tensiona al jugador, ya que deja claro que el saque es el golpe más complejo del tenis.
Por eso, siempre me extraña que casi no se hable de la respiración.
Una adecuada respiración despeja la mente, equilibra, relaja los músculos, aumenta la concentración, posibilitando que el jugador se encuentre en mejores condiciones para servir.
Increíblemente, en el tenis se le da escasa importancia a algo vital: saber respirar.
Arturo Núñez del Prado / Profesor de Tenis / Periodista