Cuándo un niño cuenta que juega tenis, y que disputa torneos, por lo general los adultos le preguntan cómo le va en los campeonatos, qué ranking tiene, cómo qué gran tenista le gustaría ser y le dicen “hola, campeón”.
No perciben, pues lo hacen de manera involuntaria, que casi todo lo que le hablan al niño está vinculado al éxito, al triunfo, a la competencia y comparación con sus pares.
Y eso refleja la sociedad en que vivimos, en la que ser exitoso es una obligación, y en la que se impone la errada idea que el éxito es sinónimo de felicidad, por lo que quien es el mejor en una disciplina debiera ser el más feliz.
Por eso parece que lo más importante que hay que preguntarle a un niño que disputa torneos, es por su resultados.
Eso explica que cuando un niño relata que juega tenis y que compite, casi nadie le consulta si lo disfruta, si lo pasa bien en la cancha, si progresa, qué ha aprendido en los viajes realizados, si ha hecho amigos, por qué le gusta el tenis, cuál es su mejor golpe o si le agrada cómo enseña su profesor.
Esas preguntas no se vinculan al éxito, ni a un lugar en la clasificación de su categoría.
Se encuentran ligadas a la felicidad verdadera, a conocer al niño, a saber qué piensa, cómo es su personalidad, qué le gusta y cómo ve el mundo a su edad, aspectos mucho más relevantes que sus partidos ganados.
Esas preguntas apuntan al sentir de esa persona en formación que debe usar el tenis como un medio, y no como un fin, para su adecuado desarrollo como ser humano.
Nunca lo más importante en la vida se relaciona con el triunfo o la derrota, pues el éxito y el fracaso son siempre compañeros circunstanciales, traicioneros, mentirosos.
Las compañías valiosas, en cambio, como el amor y la pasión por el tenis, que debemos despertar y fomentar en los niños, no están sujetas a una carrera deportiva deslumbrante.
Se trata de acompañantes eternos que, una vez que se anclan en el alma del individuo, guían por el buen camino y aportan auténtica felicidad a quienes se hallan en una cancha de tenis, sin importar el resultado del partido.
Arturo Núñez del Prado / Profesor de Tenis / Periodista / arturondp@gmail.com