¿Les gustaba ver tenis?
“Fuimos recuerdo a la Copa Davis en que Hans Gildemeister logra el histórico triunfo ante Michibata (Canadá – 1986). Comentábamos mucho tenis y recuerdo una cosa técnica a partir de esto: El único golpe que trabajamos en esa época fue el derecho, después cambió el servicio, en cuanto al swing.
Además cambió raqueta para compensar su estatura con la ejecución y efectividad del saque…
“Así es, la Yonex en una versión más larga” (RD Power 10 long).
¿Y en cuanto al derecho qué nos puedes comentar?
“Lo fue variando, lo cortaba mucho. Se dio cuenta que no podía enfrentar partido sólo cortándolo o haciendo cortas. Logré convencerlo”.
Además fue un innovador: ¿Jugar pegado a la línea de base o ese revés que golpeaba en el aire eran algo intrínseco o tú se lo enseñaste?
“Es un tema muy importante el que tocas: No se lo enseñé yo, lo que hacía era innato, jugaba con mucho sobrepique. Había una curiosidad, en el sentido de que apuraba la pelota, era más chico y lo agarraban a pelotazos, pero Marcelo los desconcertaba pegado a la línea de fondo”.
Tácticamente era muy interesante la forma en que preparaba los partidos y trabajaba los mismos…
“Eso se vio años después, además de lo que señalé de la derecha, con top y el meterse dentro de la cancha, era muy bueno para abrir espacios”.
¿Y el revés?
“Era una maravilla porque lograba abrir espacios y meter winners anguladísimos con tiros planos”.
¿Ese golpe también venía “desde la cuna”?
“Lo traía: En dobles por ejemplo muchas veces lo vi ejecutar el revés cruzado con ángulo corto dejaba a los rivales fuera de la cancha”.
¿De qué lado de la cancha le gustaba jugar dobles?
“De ambos lados, pero en ese tiempo se ponía del lado del revés”.
Paradoja: no le gustaba jugar dobles…
“Efectivamente le gustaba más el single, pero conmigo hasta los 14 jugó activamente dobles todas las giras y anduvo muy bien”.
Cuando hacían “jueguitos” por ejemplo ¿acertaba, hacia maravillas, ponía la pelota donde quería como uno piensa o era trabajo y trabajo?
“Las dos cosas: mucho talento, pero también trabajó con todo, entrenaba full. Un niño con talento que entrena poco no va a llegar a ninguna parte. Ríos entrenaba y jugaba 5 veces por semana”.
¿Sólo basta con talento o es sólo un ítem considerando que no hay muchas diferencias entre los top?
“Es complemento, no sé si llevarlo a porcentaje, lo más importante es el amor por el tenis, la obsesión por progresar, no todos tienen la misma progresión, pero un jugador sin talento puede llegar con trabajo. Sin embargo, primero que todo, te tiene que gustar el tenis. Hoy los niños se aburren con rutinas de entrenamiento, sin hambre no me ganan ni a mí”…
Continuará…
Por: Rodrigo Sánchez