El Chino estrenó su condición de número uno del mundo en Buenos Aires, luego de ningunear a Guillermo Vilas.
La primera semana de Marcelo Ríos como número uno del mundo, puesto que alcanzó el 29 de marzo de 1998, terminó con amargura en Buenos Aires. El zurdo estrenó su cetro en Copa Davis ante Argentina, en una serie de alto voltaje por la semifinal de la Zona Americana.
A la llave -que ambos países reeditarán el 6 de abril próximo- el oriundo de Vitacura llegó como enemigo público de la prensa local: en la conferencia de prensa posterior a su consagración en Miami menospreció a Guillermo Vilas, ex tenista argentino ganador de cuatro títulos de Grand Slam en la década del 70.
“Hace rato que me vienen comparando con Vilas y para ser sincero no lo conozco mucho. Lo único que sé es que él fue número dos y yo soy el uno del mundo”, disparó Ríos, quien igualmente recibió un reconocimiento de la Asociación Argentina de Tenis.
“Nos recibieron con una cena, fue muy grato. Marcelo se unió al grupo el martes o miércoles, tras su acto en La Moneda. Recuerdo que con el equipo vimos la final con Andre Agassi en la pieza del hotel. Esos días tuvimos el apoyo constante de Marcelo Salas, quien jugaba en River Plate”, dice a La Hora Exequiel Carvajal, alias Yogurt de Mora, encordador del cuadro nacional.
A estadio lleno en el Buenos Aires Lawn Tennis Club el número uno del mundo abrió la serie ante Hernán Gumy, por entonces 108° del ranking ATP. El chileno se impuso por 6-4, 3-6, 6-3 y 7-5, pero en el segundo turno Franco Squillari (116°) emparejó el trámite en una cómoda faena ante Hermes Gamonal (397°). 6-2, 6-4 y 6-2 fueron los parciales.
El sábado Ríos y Nicolás Massú saltaron a la arcilla porteña a buscar la hazaña ante Luis Lobo y Lucas Arnold, ambos dentro de los 40 mejores del circuito en la especialidad. El encuentro fue parejo hasta la primera manga, cuando el Vampiro sacaba para forzar al tie-break. Ahí cometió dos doble faltas, cedió el juego y Chile no logró recuperarse: en poco más de dos horas la dupla cayó por parciales de 7-5, 6-3 y 6-3.
“Empezamos bien, pero cuando nos quebraron en el 6-5 del primer set nos confundimos un poco. Fui demasiado para él (Massú), y terminamos como una pareja dispareja. Ya lo había dicho: el dobles no es mi fuerte. Soy sincero, nunca me gustó jugarlo”, diría el Chino, cuya actitud despertó críticas en la prensa trasandina.
“¿Palabras de aliento de Ríos hacia Massú? Ninguna. ¡Cómo un Nº 1 va a hacer eso! El Chino se preocupó por tirar la raqueta y en tratar de salvar su ropa. ¿El equipo? Que se arregle solo; total qué importa la Copa Davis. Ríos dejó en evidencia su egoísmo. Es el mejor en el ranking; también, el peor como compañero”, reseñó una crónica del diario La Nación de Argentina.
Patricio Cornejo, capitán nacional, apuntó a la disparidad de sus dirigidos. “El doble nuestro no jugó bien. Esperaba mucho más de ellos, pero las cosas no salieron. Este es un equipo con tres juveniles. Uno debe pagar un precio por eso y el resultado no engaña. Hay que aceptar la realidad”, dijo.
Debido a una molestia en su codo, Ríos no disputó el cuarto punto. Su lugar lo tomó Fernando González, a la sazón 1.065º del orbe y quien debutaba en la Davis con 17 años.
Squillari doblegó por 6-3, 4-6, 6-2 y 6-0 al Bombardero de La Reina, quien terminó vomitando en el court. “Fernando vomitó por los nervios, era muy joven”, rememora Yogurt de Mora.
Más tarde Gumy selló el 4-1 definitivo (7-5 y 6-1 ante Gamonal), pero un nuevo equipo capítulo vendría pronto: ambos equipos se toparon dos años después en el Parque O’Higgins, aunque esa historia es harina de otro costal.
FUENTE: lahora.cl