El 2020 podría definirse como una época de muchos reflectores para Cristian Garín. Para bien o para mal, el tenista chileno ha sido noticia a lo largo de este año, con un cierre de temporada que bien podría ser un poco agridulce, al anunciarle a la ATP que no participará en el Masters 1000 de París-Bercy, con lo que su año se da por terminado.
Conocido popularmente con el apodo de Gago, el santiaguino ha tenido una campaña que es digna de recordar, desde sus puntos más altos, hasta los menos decorosos, pero que sin duda alguna le han ayudado a este joven de 24 años a escalar posiciones en la élite del deporte blanco.
De acuerdo con cifras proporcionadas por casasdeapuestas.bet, Garín tiene un porcentaje de efectividad del 44.61% contra rivales que en algún punto de su carrera han sido Top 30 del mundo, llegando a vencer a Stan Wawrinka y Alexander Zverev.
Este año, Cristian arrancó como el trigésimo tercer jugador en el ranking, terminando, hasta estos momentos, en el vigésimo segundo peldaño de la clasificación varonil, así como un balance de 18 juegos ganados y 12 derrotas. Nada mal para un chico que demostró un gran crecimiento en el deporte de la raqueta.
Su 2020 comenzó al representar a Chile en la ATP Cup, en la que poco pudo hacer contra Novak Djokovic, número uno del mundo, el undécimo Gael Monfils e incluso con Kevin Anderson (86º), pues perdió todos sus juegos y el país andino no pudo pasar de la fase de grupos.
De ahí le tocó disputar el ATP 250 de Adelaida, en el Memorial Drive Tennis Centre del sur de Australia. Garín tampoco tuvo tan buena suerte en este torneo previo del Abierto de Australia y fue eliminado por el sudafricano Lloyd Harris (83º).
El panorama fue un poco mejor en el primer Grand Slam del año, al vencer al italiano Stefano Travaglia (74º) por sets de 6-4, 6-3 y 6-4. Pese a esto, no pudo llegar más lejos, al quedar eliminado por la raqueta de Milos Raonic (17º) en segunda ronda.
Tras un paso muy efímero en Australia, tocó viajar a Argentina y ponerse a prueba en el ATP 250 de Córdoba. Garín pudo demostrar más de su talento y lucir para conquistar el tercer título de su carrera, al imponerse a Attila Balázs (89º), Pablo Cuevas (67º) y Andrej Martin (104º), lo que le permitió llegar a la final y derrotar al local Diego Schwartzman (9º), quien era el favorito para coronarse.
La victoria en Argentina pareció un presagio, con otra soberbia actuación en Sudamérica, esta vez en el ATP 500 de Río de Janeiro. Tuvo que eliminar a Andrej Martin, Federico Delbonis (78º), Federico Coria (93º) y Borna Coric (24º) para poder disputar su segunda final en el año. Por supuesto, Garín logró el ansiado galardón al vencer por parciales de 7-6 y 7-5 al italiano Gianluca Maeger (98º).
Monarca en Córdoba y Río de Janeiro, tocó llegar a su tierra y disputar el ATP 250 en Santiago. Por supuesto, Cristian era un claro favorito gracias a sus buenas participaciones en Argentina y Brasil; pero aunque eliminó al español Alejandro Davidovich Fokina (63º), solo pudo jugar un set contra el brasileño Thiago Seyboth, teniendo que retirarse al presentar problemas físicos que no le permitieron seguir en la cancha.
Después de meses de inactividad por la pandemia de coronavirus, tocó el regreso en Estados Unidos, al participar en el Masters 1000 de Cincinnati, Ohio. Lamentablemente para él, solo pudo disputar la ronda de 64, al caer contra el esloveno Aljaž Bedene, ganador del duelo (6-4, 6-7 y 6-0).
Ya en el país norteamericano, Garín se enfrentó a uno de sus grandes retos personales en el US Open. El debut fue positivo, pero complicado, al derrotar al local Ulises Blanch (238º) con sets de 4-6, 5-7, 6-4, 6-4 y 6-2; pero el sueño de continuar con vida en Nueva York se fulminó al caer contra el ruso Mikhail Kukushkin, que se llevó la victoria con sets de 6-2, 6-1, 3-6, 4-6 y 7-5.
Una vez resueltos sus compromisos en el continente americano, la mirada se fijó en Europa, al disputar el Masters 1000 de Roma. En la capital italiana, el croata Borna Ćorić le dio salida de forma prematura, al imponerse al chileno con doble 6-4 y dándole un duro golpe al joven tenista.
El ATP 500 de Hamburgo fue más positivo, al pasar por encima de Kei Nishikori (40º), Yannick Hanfmann (97º) y Aleksandr Bublik (48º), no así contra Stefanos Tsitsipas, sexto mejor ranqueado, quien salió victorioso. La aspiración de llegar a su tercera final en el año tendría que esperar.
Aún con esta eliminación, Garín llegó motivado a Roland Garros, con una buena presentación al eliminar a Philipp Kohlschreiber (96º) y a Marc Polmans (119º), con lo que superó la segunda ronda de un Grand Slam por primera vez en su carrera. Una vez instalado en esta fase, el ruso Karen Khachanov le puso fin a su estancia en París, pero Cristian se fue con el consuelo de que superó una meta personal en un Grand Slam.
Al poco tiempo, Garín anunció que terminaba su relación deportiva con quien fuera su entrenador, el argentino Andrés Schneiter, todo de cara al ATP 500 de Viena. Una vez en el torneo austriaco, pudo imponerse al suizo Stanislas Wawrinka (20º), pero poco pudo hacer contra Dominic Thiem, tercero mejor del mundo, quien lo dejó fuera de Viena con parciales de 6-3 y 6-2.
Una vez acabadas sus acciones en Austria, finalmente tomó la decisión de decirle no a Masters 1000 de París-Bercy, con lo que se dio por terminado su año, uno en el que tuvo grandes momentos como sus trofeos conseguidos en Córdoba y Río de Janeiro, así como la gran actuación en Roland Garros; sin embargo, también sufrió mucho y no pudo pasar de primera ronda en otros torneos.