CARRO

TOTAL

$0

IR A PAGAR
2025-07-12

Columna de Arturo Núñez: “Actitud”

Sea cual sea el resultado, siempre hay algo que celebrar tras la disputa de un partido de tenis.

Si jugaste a tu máximo nivel y pese a eso perdiste, festeja que fuiste capaz de expresar todo tu potencial en la cancha, por lo que no tienes nada que reprocharte.

Por lo tanto, puedes dormir tranquilo.

Si jugaste mal, pero ganaste, felicítate por superar esa difícil situación y salir victorioso, con las pocas armas con que contabas ese día.

Eso habla de un aplomo enorme, sentido táctico y fortaleza mental.

Si a tu juicio tuviste ganado el partido, se te escapó y caíste derrotado, celebra que lograste llegar a estar al borde de la victoria.

Significa que, durante el encuentro, hiciste la mayor parte de las cosas bien.

Sólo te faltó cerrarlo.

Muchos no llegan a fallar en esa instancia, no porque sean mejores que tú en eso, sino porque no estuvieron ni cerca de triunfar.

Para equivocarse en ese situación, primero hay que ganarse el derecho a enfrentar esa circunstancia desplegando un buen tenis y siendo un digno rival, uno competitivo.

Y si se dio el caso que perdiste de manera inapelable, festeja e ilusiónate ya que siempre existirá una revancha. Entonces, tendrás la oportunidad de prepararte entrenando a conciencia para ese momento, y enmendar los errores cometidos.

Así que entrena, entrena siempre. Pase lo que pase.

Cuando ganes, entrena para mantener y elevar tu nivel de juego.

Cuando pierdas, entrena para subsanar las debilidades técnicas, tácticas o físicas dejadas en evidencia por quien te derrotó.

Ganes o pierdas, siempre te hará bien entrenar.

Cuando triunfes, entrena con humildad, porque lo único seguro es que te va a tocar perder tarde o temprano.

Cuando  seas vencido, no te deprimas.

Entrena con fe y optimismo, porque la derrota no es eterna.

Recuerda que el triunfo y la derrotan duran solo un instante.

Entrena, pero entrena bien.

Concéntrate, enfócate y aplícate cuando estés en la cancha.

Entrena con intensidad, prestando atención hasta a los más mínimos detalles.

Ahí está el secreto.

Y si además disfrutas entrenar y competir, ganar o perder deja de ser lo más importante.

NOTICIAS RELACIONADAS